lunes, 25 de marzo de 2013

El poder curativo de tu mascota



Existen más de 400 razas caninas, todas diferentes entre sí, varían en su historia, temperamento y tamaño, pero posen algo en común, el apego incondicional que muestran al ser humano. 
El perro ha sido fundamental para la sobrevivencia humana, se convirtió, para nuestro beneficio, en vigilante, guardián, cazador, guía, mensajero de guerra y lo más importante, nuestro amigo. Es el único que no emite juicios ni valoraciones.
Es bien sabido que la presencia de una mascota en casa mejora de forma evidente la salud física y psíquica de los integrantes de la familia; para los niños es un compañero de juegos y un gran maestro, será con quien aprendan a responsabilizarse de un ser vivo, para los adultos, es el amigo leal que siempre estará disponible. En palabras de Brian Hare, director del Centro de Conocimiento Canino de la Universidad de Duke, en Londres, dice que el sólo cuidar una mascota reduce los niveles de estrés, regula el ritmo respiratorio, baja la tensión y se fomenta la liberación de oxitocina, hormona relacionada con el buen estado de ánimo.
Estudios recientes han demostrado que el perro es un excelente terapeuta no sólo por sus cualidades de fidelidad. Gracias a sus sentidos tan abiertos como el olfato puede alertar episodios de epilepsia o ataques de ansiedad logrando advertir a familiares de que la persona estará próxima a padecer un incidente. El perro, aunque no conoce todo nuestro lenguaje verbal, sí reconoce gestos que a su vez, están ligados con nuestro nivel de energía cambiando nuestro olor, por lo tanto percibe en el ser humano angustia, depresión o miedo. Algunos expertos se aventuran a decir que incluso puede detectar el cáncer de ciertos órganos por al aroma que emitimos.
Debido a estos descubrimientos, ya existe mayor acceso a la presencia de estas mascotas en hospitales, en particular en el área infantil, donde incluso se quedan a dormir, centros de rehabilitación, asilos, orfelinatos y espacios de recuperación física y emocional.
Una mascota en casa es un integrante más de la familia. Aunque todos los perros poseen el mismo nivel de intensidad para compenetrarse con nosotros y brindarnos lo mejor de sí mismos, es importante considerar sus necesidades. Si no tienes perro que te ladre pero estás en busca de uno, no olvides evaluar tus condiciones de espacio y tiempo para dar la bienvenida a tu mejor amigo. Si es factible, adopta, no compres. 

nota: Las presentes imágenes se obtuvieron de la red. Si el autor de algunas de éstas fotografías está en desacuerdo con el uso que provee en el blog, favor de anunciar su petición para ser removidas de inmediato. Enviar solicitud a melissa.limon@interpress.mx


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