Existen
más de 400 razas caninas, todas diferentes entre sí, varían en su historia,
temperamento y tamaño, pero posen algo en común, el apego incondicional que
muestran al ser humano.
El
perro ha sido fundamental para la sobrevivencia humana, se convirtió, para
nuestro beneficio, en vigilante, guardián, cazador, guía, mensajero de guerra y
lo más importante, nuestro amigo. Es el único que no emite juicios ni
valoraciones.
Es
bien sabido que la presencia de una mascota en casa mejora de forma evidente la
salud física y psíquica de los integrantes de la familia; para los niños es un
compañero de juegos y un gran maestro, será con quien aprendan a
responsabilizarse de un ser vivo, para los adultos, es el amigo leal que
siempre estará disponible. En palabras de Brian Hare, director del Centro de Conocimiento Canino de la
Universidad de Duke, en Londres, dice que el sólo cuidar una mascota reduce los
niveles de estrés, regula el ritmo respiratorio, baja la tensión y se fomenta
la liberación de oxitocina, hormona relacionada con el buen estado de ánimo.
Estudios
recientes han demostrado que el perro es un excelente terapeuta no sólo por sus
cualidades de fidelidad. Gracias a sus sentidos tan abiertos como el olfato
puede alertar episodios de epilepsia o ataques de ansiedad logrando advertir a
familiares de que la persona estará próxima a padecer un incidente. El perro,
aunque no conoce todo nuestro lenguaje verbal, sí reconoce gestos que a su vez,
están ligados con nuestro nivel de energía cambiando nuestro olor, por lo tanto
percibe en el ser humano angustia, depresión o miedo. Algunos expertos se
aventuran a decir que incluso puede detectar el cáncer de ciertos órganos por
al aroma que emitimos.
Debido
a estos descubrimientos, ya existe mayor acceso a la presencia de estas
mascotas en hospitales, en particular en el área infantil, donde incluso se
quedan a dormir, centros de rehabilitación, asilos, orfelinatos y espacios de
recuperación física y emocional.
Una
mascota en casa es un integrante más de la familia. Aunque todos los perros
poseen el mismo nivel de intensidad para compenetrarse con nosotros y
brindarnos lo mejor de sí mismos, es importante considerar sus necesidades. Si
no tienes perro que te ladre pero estás en busca de uno, no olvides evaluar tus
condiciones de espacio y tiempo para dar la bienvenida a tu mejor amigo. Si es
factible, adopta, no compres.
nota: Las presentes imágenes se obtuvieron de la red. Si el autor de algunas de éstas fotografías está en desacuerdo con el uso que provee en el blog, favor de anunciar su petición para ser removidas de inmediato. Enviar solicitud a melissa.limon@interpress.mx
Tal vez sí necesito una mascota, jaja algún día ;)
ResponderBorrarCuando necesites entra a www.DoggyCommunity.com ahí podrás adoptar una.
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