Conoce las ventajas de dialogar contigo mismo



Quién no
ha tratado de memorizar un número telefónico o la lista de las compras del supermercado
repitiendo en voz alta constantemente cada unos de los elementos. Estudios
advierten que hablar con uno mismo nos ayuda a almacenar información nueva,
esto indica que el lenguaje, además de ser una herramienta para la
comunicación, mejora los procesos cognitivos.
Por otro
lado, nadie nos entiende mejor que nosotros mismos. Hablar solos nos ayuda a
aterrizar nuestras ideas, organizarlas y plantearnos un objetivo, desahogar sentimientos y emociones. De
ninguna forma es un síntoma de soledad, simplemente es exteriorizar lo que
traemos dentro y que probablemente no nos atreveríamos a expresar a alguien
más.
Los
expertos en salud mental afirman que el soliloquio puede ser frecuente en
personas con personalidad extrovertida debido a la necesidad de estimulación
sensorial, y de esa forma llegan a un equilibrio personal. Mientras tanto,
aquellos con personalidad introvertida tienden a buscar el silencio y realizar sus reflexiones internamente.
Personalidades
como Albert Einstein y Woody Allen, son conocidos no sólo por su aporte al
mundo con su talento y genialidad, sino por poseer una personalidad peculiar
donde el hablar consigo mismo era y aún es (para Allen) parte de su proceso
creativo.
Un viejo
chiste dice que hablar solo es la única forma de asegurar una conversación
inteligente, así que no hay que asustarse si nos sorprendemos en una
conversación cerrada frente al espejo o cuestionándonos sobre cierto asunto
mientras lavamos los platos o estacionamos el coche.
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