Por: Luna de
Venus
Antes tabú, hoy, el anilingus es una práctica que cada día genera mayor curiosidad sin
importar el género u orientación sexual. Mejor conocido como beso negro o beso de colibrí -según la
profundidad a la que estés dispuesto explorar o ser explorado- no es más que la estimulación del ano mediante
el uso de la boca y la lengua generando una amplia gama de sensaciones
eróticas, placer y excitación. Con esta práctica se tiene permitido besar,
chupar, lamer, lubricar e inclusive introducir la lengua.
A pesar de que el anus no es un órgano sexual declarado, por qué limitar esta
delicada parte a una sola función cuando se puede aprovechar un poco más; todas
sus terminales nerviosas tienen la total capacidad de producir altos niveles de
placer y excitación a través de la estimulación. ¿O a caso te perderías de las
maravillosas sensaciones producidas de un beso francés sólo porque la boca está
diseñada para alimentar nuestro cuerpo?
No todo en la vida es placer, hay muchos
aspectos a considerar antes de realizar tan novedosa labor. Profesionales de la
salud recomiendan lavar muy bien la zona antes de entrar en práctica y nunca
llevarla a cabo con personas desconocidas. Debido a la función vital que realiza
el ano, éste puede ser portador de algunas enfermedades como el Virus del
Papiloma Humano (VPH), VIH, herpes, gonorrea, entre otros. También puede
contener parásitos como la lombriz intestinal.
Una forma de prevenir enfermedades
sexuales es abstenerse del sexo oral/anal cuando se presente sangrado de
encías, llagas o lesiones bucales. La contraparte no debe de presentar fisuras,
llagas abiertas o algún tipo de lesión sospechosa. No olvides que una vez
terminada la actividad es necesario lavarse los dientes efusivamente para
evitar infecciones.
Muchos han decidido no quedarse con la
duda y llevan a cabo este ritual sexual como una práctica común. Para los
hombres, ser el receptor, aunque es menos frecuente, no implica un cambio en la
orientación sexual o percepción de la masculinidad, sino una muestra de entera
confianza con su pareja y espíritu aventurero. Sólo pregúntate de ahora en
adelante, ¿hasta dónde te atreves a llegar?
nota: Las presentes imágenes se obtuvieron de la red.
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