miércoles, 29 de mayo de 2013

Descifrando al macho man


Por: Violeta Ese


Gordos o flacos, peludos o lampiños, metrosexuales, deportistas o intelectuales, aunque cambie el material, todos están cortados con la misma tijera. Para muchas mujeres, entender el pensamiento masculino las puede hacer chocar con la locura en el camino hacia el razonamiento.

Entenderlos implica un largo proceso de observación, análisis y experimentación que arroja como resultado que el hombre tiene un funcionamiento tan simple como el de una tostadora (sin ofender). Sin embargo, esa simplicidad provoca una lluvia de interpretaciones en la mente femenina. Sí, esa mente maquiavélica acostumbrada a entender y enviar complejos mensajes ocultos. Sí, esa mente versada en el arte de la manipulación.

Tanto trabajo nos cuesta entender que cuando ellos dicen que “no pasa nada” es que no está pasando nada. A diferencia de nosotras, la intención del hombre se encuentra explícita en su discurso, no hay mensajes entre palabras ni intenciones ocultas, su vocabulario no está tergiversado. Mientras que un “no” es un mar de posibilidades para nosotras, para ellos no es más que una negación.

Esto también repercute en sus acciones, es decir, si después de mucho tiempo te encuentras a uno de tus ex novios y trae puesta la gorra que le regalaste en su cumpleaños ¡Ojo! No significa que siga teniendo sentimientos románticos hacia ti y los exprese en silencio usándola, significa que le gusta y ya. Esto nos da respuesta a la más tortuosa interrogante de la mayoría de las mujeres después de conocer a un chico "¿por qué no me ha llamado?". Mil y un pretextos válidos pasan por nuestras psiques mientras tratamos de negar la cruel realidad: si no le interesas no te busca.

Por otro lado, si eres un objetivo que se ha logrado (recuerda que ellos aún mantienen en su cerebro primitivo la cacería) te convertirás en un propósito aburrido y sin quererlo alentarás su espíritu aventurero para buscar una nueva presa. He ahí el gran error que muchas cometemos: estar siempre disponibles. ¿La mejor solución? Decir de vez en cuando “querido, no eres el centro de mi Universo”.

Los Simpson, en sus 24 temporadas, nos dieron la clave del éxito con los hombres: cerveza, comida y un liguero. Estos tres elementos cubren gran parte de sus necesidades básicas; no hay mejor pretexto para ver a los amigos que la cerveza, los enamoras por el estómago y los rematas en la alcoba. Sin embargo, para garantizar que sea algo más que una relación fugaz, es importante compartir intereses como pareja, después de todo, a ellos también les gusta platicar. Mantener su atención no es del todo complicado, ahórrate las descripciones de los acontecimientos, sé concreta, si a él le interesa saber los detalles, te los pedirá, antes no.

En el mundo masculino “el que no habla Dios no lo oye”, por ello, di directamente lo que piensas y sientes. No importa qué tan obvio sea para ti el mensaje, si no lo dices de forma concreta, pasará de largo.

Ahora bien, podrías preguntarte, ¿por qué yo tengo que hacerlo y él no? ¡Fácil! Tu condición de chica te brinda las herramientas para ponerte a su nivel de comunicación, él, aunque lo intente, fracasará porque no está diseñado para comprender el mundo de lo etéreo. ¡Aguas! no significa que no tenga sentimientos, sólo que le cuesta más trabajo conectarse con ellos.



Nota: Las presentes imágenes se obtuvieron de la red. Si el autor de algunas de éstas fotografías está en desacuerdo con el uso que provee en el blog, favor de anunciar su petición para ser removidas de inmediato. Enviar solicitud a melissa.limon@interpress.mx

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