miércoles, 4 de diciembre de 2013

El contradictorio mundo femenino

 
José Manuel Peñalver. Obsesión.

Por: Acuaria Fischer

El mundo interior femenino es un universo caótico lleno de altibajos emocionales y cambios físicos constantes. Ser mujer exige mucho autocontrol para mantenerse “estable” y pasar como “normal” en el mundo exterior.
Todas las mujeres vivimos regidas por un ciclo que obedece a un sistema hormonal que nos hace cambiar cada semana. No es casualidad que en un mes tengas cuatro personalidades y aún así tengas que mantener íntegra la personalidad dominante que te define.
Sin importar lo que quieras hacer de tu vida, la naturaleza no se olvida de que eres chica, por tanto, te hará un recordatorio constante y en particular cada mes de que tu cuerpo, tu hermoso cuerpo, puede gestar bebés. Por ello los cambios de humores, los dolores físicos, el cambio de actitud y ese sentimiento maternal que, aunque digas que no quieres tener hijos, no puedes escapar de sentir ternura. No sólo te enternecerás con los niños pequeños, fíjate cómo cuidas a tu mascota. Cualquier cachorrito te derrite al grado de decir en voz alta ¡Mi vida, está lindísimo, lo amo! La maternidad está incrustada en tu genética. Una prueba más es la forma en que tratas a tu hombre, te apuesto que su apodo cariñoso está en diminutivo: pollito, cosita, chaparrito, gordito.
Esa es la parte “tierna”, ¿qué sucede con el lado oscuro de esa chica “estable” y “ordenada” que hace una lista para cubrir todos sus pendientes del día?

Semana 1. La de la mala suerte
Te levantas un día y descubres que el despertador no sonó y ya vas atrasada al trabajo. Tu cabello, que ayer te hizo quedar muy bien, hoy es un desastre en sí mismo. Está graso y tiene su propia personalidad y se ha declarado tu enemigo. Eres torpe, todo se te cae de las manos y no puede faltar que la taza de café se te resbale y ensucie la única blusa blanca que te quedaba limpia. Un dolorcito en la parte baja de la espalda empieza a ser constante, le seguirá un agudo dolor de cabeza y la sensación de que el mundo está en tu contra. Y eso que todavía no llegas al trabajo. Te sientes menos atractiva y, ¿qué crees? Lo eres, ante los varones segregas un olor que dice que en este momento no eres fértil. Triste, pero cierto.

Semana 2. La que sangra y no se muere
Lo primero que haces al sonar el despertador es meterte a la ducha y asearte. Tienes que escoger con mayor cuidado tu ropa debido a que estás un poco inflamada, quizá con algo de acné y tus senos algo sensibles al encaje. Tu temperatura corporal sube y probablemente comas cosas dulces o saladas sin detenerte. ¡Cuidado! Tu carácter se encuentra en la cuerda floja y pobre de aquél que te diga que tu humor alterado se debe a que andas en tus días, porque no llegará vivo a su cubículo y tú estallarás en llanto sin causa aparente, aunque dentro de ti todo tenga sentido.

Semana 3. La espiritual
La paz. No más tampones ni dolorcitos picantes en el abdomen. Llega una resignación agradable. Disfrutas de tu cuerpo, de la sensación de bienestar y al momento de ir al armario te vistes algo recatada, con colores claros y maquillaje natural. No te interesa el sexo y te molesta el tema. Ves a tus compañeras, las que traen escote, como unas cualquieras ofrecidas. Estás en contacto con tu maravilloso mundo de paz y armonía asexuada. Te das cuenta de que el mundo es superficial y vano. Las revistas venden sexo, belleza y exigen mucho a las mujeres para verse fantásticas, pero tú estás fuera de todo mal. Esta fase no durará mucho, sigue la ovulación.

Semana 4. Sexy cazadora
Esta nena está lista para cazar. Maquillaje cargado, ropa entallada, buen humor y todos los hombres te parecen atractivos. Tienes energía para un maratón y no te cansas de ver lo guapa que te ves frente al espejo. ¡Sexo, sexo sexo! Pongas lo que te pongas lucirás radiante y tu pegue estará al máximo, es momento de poner celoso a tu chico. Pero cuidado, esta semanita es tramposa, la naturaleza te dota de las hormonas necesarias para segregar sex appeal por donde tus tacones pasen, ¿sabes por qué? ¡Porque quiere que seas madre!

Ahí está, cuatro personalidades en un mes. Nuestro mundo femenino, como puedes ver, es algo caótico, pero ahí radica su maravilla. Vivimos en dos tiempos, el calendario del mundo y tu propio calendario. Puedes ser lo que tú quieras, siempre en movimiento, siempre cambiante y desafiante. Comprende tu ciclo menstrual y anota cada sensación que tengas, aprenderás mucho de ti misma. Úsalo a tu favor, detecta bien tus facetas y juega con ellas, te aseguro que a tu chico le encantará y a ti también.

Nota: Las presentes imágenes se obtuvieron de la red. Si el autor de algunas de éstas fotografías está en desacuerdo con el uso que provee en el blog, favor de anunciar su petición para ser removidas de inmediato. Enviar solicitud a melissa.limon@interpress.com.mx

miércoles, 20 de noviembre de 2013

¿Eres Alcohólico?

 
Por: Romina Fusset

Es muy divertido subir fotos a Facebook para presumir a nuestros amigos  los tarros de cerveza, vodka, tequila y la gran variedad de bebidas que nos colorearon las mejillas y nos pusieron bien alegres esa noche de viernes.

Tampoco falta la anécdota que orgullosamente contamos de la gran súper “peda” donde el alcohol hizo de las suyas y terminamos bailando sobre la mesa o contamos alegremente sobre aquel amigo de quien todo el mundo se mofó por haberse quedado dormido y terminó con una gran cantidad de fotos burlescas.

Hay quienes dicen que no hay fiesta ni diversión sin alcohol y, a pesar de que esta droga legal es aceptada socialmente y se “toma a la ligera”, es la causa de 2.5 millones de muertes cada año, según datos expuestos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Aunque “alcohólico” parece ser un término muy de moda que al parecer te hace encajar en diversos círculos sociales debido a la vida de placer que denota, en muchas ocasiones no es más que pura pose. Sin embargo, no hay que descartar la posibilidad de que ya estés presentando síntomas del verdadero alcoholismo y aún no hayas caído en cuenta, basta con sentir la angustiante ausencia del whiskey en las rocas en la mano para que te des cuenta del embrollo en el que te has metido.

No todos bebemos igual, sin embargo, es posible categorizar los tipos de bebedores más comunes, ¿con cuál te identificas?:

Bebedor social: Beben únicamente en reuniones o en ocasiones sociales y no se les acaba la fiesta si no hay más alcohol. Únicamente lo hacen para darse un gustito, sentirse alegres y, ¿por qué no? también para encajar un poquito más, pero deben de tener cuidado de no abusar porque pueden perder fácilmente el control.

Bebedor fuerte: Es el bebedor mañoso e inteligente. No presenta complicaciones sociales, familiares o laborales porque raramente se embriaga en situaciones o lugares inadecuados. A pesar de esto, le gusta mucho beber, es parte importante de su vida, es uno de sus grandes placeres y toma una cantidad considerable varias veces a la semana. Cualquier ocasión es perfecta para tomar, desde un bautizo hasta el rompimiento con su pareja. Para él, no hay fiesta ni diversión sin bebida. Siempre ofrecerá y aceptará tragos y generalmente se le admira por su gran capacidad de control.

Ebrios ocasionales: Su cuerpo no le exige el alcohol, sin embargo, es algo que le gusta hacer. Su objetivo con la bebida es divertirse y perder el control, vivir esa aventura. Generalmente, llega a las fiestas con algunas copitas de más y siempre tendrá una excelente disposición para ir por más “chupe”. Terminar totalmente ebrio es un gran triunfo para él, aún sin saber si estando borracho se convierte en un chiste o en un verdadero problema para los demás. Deben de prestar especial atención, porque están a un paso de graduarse en alcoholismo.

Bebedor alcohólico: Es aquél que necesita una copa de alcohol casi hasta para respirar. Su cuerpo está tan acostumbrado a su consumo que se lo exige y, de no tomar su dosis, presentará síntomas de abstinencia. No puede decir “ya no más” y suele llegar al trabajo, el cumpleaños de su hija, el dentista y casi en cualquier ocasión con un fuerte olor a bebida. No le importa qué tomar, sólo necesita  hacerlo. Su cuerpo y su mente presentan un deterioro importante y la parte emocional está muy disminuida. Sabe que está en un grave problema, pero no puede resolverlo.

Siempre va a existir el primo de un amigo que ha perdido su trabajo, familia y círculos sociales por el alcohol. El ansia por beber, el no poder ponernos límites, síntoma como náuseas, sudoración o temblores por no tener una copa a la mano y el tener que beber cada vez más para sentirnos satisfechos son fuertes signos de alerta.

Realiza el test de autoevaluación para conocer cuál es tu situación en la página de Oceánica en el siguiente link: http://oceanica.com.mx/auto_alcohol.html

El alcohol no es un juego y puedes dañar a más gente de la que te imaginas.

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miércoles, 6 de noviembre de 2013

Es sexo casual, no intimidad

Los amantes (1928). René Magritte
Por: Violeta Ese

Todos, absolutamente todos, tendremos, en algún momento de nuestras vidas, la oportunidad de darle gusto al cuerpo dejando a un lado el compromiso que tal acto conlleva, según lo indican las convenciones sociales. Sin embargo, aunque parezca más fácil que preparar enchiladas, disfrutar de nuestra sexualidad por medio de una relación esporádica implica mucho más que poner en comunión lo que tenemos entre las piernas.

Para este tipo de menesteres, es necesario tener madurez, amor propio, seguridad y, lo más importante, conocer las reglas del juego. Siempre tengamos en mente que “tener sexo es vaciar el cuerpo, hacer el amor es llenar el alma” y muchas veces lo que se necesita es aplicar fuerza centrífuga al cuerpo.

La biblioteca, el bar, la fiesta y hasta el funeral son fuentes de acompañantes ocasionales. Sin embargo, pueden ser armas de doble filo, ya que después de un buen rato sin actividad carnal, vemos candidatos por todos lados, e incluso aquella eterna amiga que tenías más que estancada en la friend zone se vuelve apetitosa. Para las casualidades, la cuestión no es aplicar el “con que tenga brocha para pintar” o “con que tenga hoyo aunque sea de pollo”, a menos de que el objetivo sea bajar una dolorosa calentura que llevas acumulada desde hace mucho tiempo.

El eje central del sexo ocasional es probar las mieles que te ofrecen diferentes panales. ¿Acaso no les ha sucedido que ven a una persona e inmediatamente les hierve la sangre? Esa, justo esa persona es la idónea para un encuentro casual, no la primera que se deje manosear; hasta en esto hay que ser selectivos y definitivamente nos debe de gustar lo que vemos ya que el objetivo es el placer y el deleite.

Un vez localizada la presa, el paso que sigue es lanzar la propuesta indecorosa, la cual se aborda según como veamos a golpe de ojo la personalidad de la otra parte. El éxito de esta “bomba nuclear” depende de la pericia de quien la propone y, en este caso, no hay mejor consejo que “la práctica hace al maestro” y matar el miedo al “no”.

Una vez en la habitación, las reglas son simples: cuídate, no te enrolles, no te comprometas, diviértete. Una de las ventajas del sexo casual es la posibilidad de desinhibirte y pedir lo que quieras –aunque no siempre lo recibas- sin tener que verle la cara a la otra persona al siguiente día; es decir, si nunca te atreviste a pedirle a tu novio “la lluvia dorada”, ahora que estás soltera y deseosa seguro se te quitará la pena para pedírselo a Pepe, a quien conociste en el funeral del amigo del primo del cuñado de la madrina de la compañera de trabajo de tu hermana. Por otro lado, si el prospecto no supo “menear el asunto” o “se quedó tiesa cual tabla”, simplemente no lo vuelves a ver y ya.

Aunque el deseo a veces es más fuerte que la razón, hay que tomar en cuenta que siempre es mejor escabullirse en un punto intermedio; que el condón se quita hasta que el “muchacho” ya no pueda más; que primero eres tú, después tú, al final tú y si queda espacio, sigues tú; y lo más importante, que no habrá llamadas telefónicas al día siguiente ni solicitudes de Facebook, es más, ni intercambio de números celulares, BBPINs, iMessage o derivados. Dicen que el amor lo puede todo y, en efecto, puede matar la sana diversión de una noche de soltería.

Pasada la noche de éxtasis, sólo el tiempo dirá lo que pasará con esos dos cuerpos que decidieron converger. Lo ideal es que el cuento termine como dos personas maduras que se dejaron llevar por el instinto y el deseo carnal: puede que les guste y no se repita, puede que les encante y no se repita: eso es tener sexo casual.

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miércoles, 23 de octubre de 2013

Mujer ¿Qué tan alfa eres?


La maja desnuda. Francisco de Goya. 1790-1800
Por: Acuaria Fischer

En el reino animal, todos los mamíferos se distinguen por ser criaturas que interactúan entre sí. La sociedad humana no es la excepción. De manera natural, nos manejamos por líderes o alfas, que no es otra cosa que una estructura que la naturaleza decidió para ordenar las relaciones y garantizar la sobrevivencia de la especie.

Antes de definir si eres una mujer alfa o no, aquí una breve explicación sobre quién es cada uno y cómo funciona en la naturaleza, tan parecida a la naturaleza urbana:


Alfa: El que guía y protege. Entre los animales suele ser el más fuerte y poderoso. El único que tiene derecho a aparearse, así como a comer primero. En la sociedad humana es quien manda, provee y decide cómo deben organizarse los deberes. Es el de la oficina aparte.


Beta: Es el individuo seguidor, el que espera el segundo turno para alimentarse. El beta tiene la oportunidad de rebelarse. Es su decisión mantenerse como seguidor o reclamar una escala más alta, aunque el costo es riesgoso, si no logra ganar, puede perder la vida en el intento.


Omega: Este es el individuo que ni siquiera puede ser beta. Está condenado a obedecer y no reproducirse. Comerá siempre las sobras ya no del alfa, sino del beta. Es el seguidor de seguidores.


Gama: Son pocos los que existen. Es el que decide aislarse por voluntad propia del grupo y ser un solitario. En ocasiones, forma su propio clan con betas que fueron expulsados o con alfas destronados. Tiene la capacidad para ser lo que sea. Por lo regular, prefiere ser un ermitaño.


La hembra alfa, término acuñado por Marian Zalzman, estratega de comunicación, dio el “concepto” gracias al nuevo prototipo de mujer que decide no quedarse detrás de su hombre.

Una alfa es aquella fémina libre, independiente emocional y económicamente, que gusta cuidar su apariencia, tomadora de las decisiones importantes en su hogar y trabajo y, por si fuera poco, es proveedora.


Desde antes de que este concepto surgiera (1980), siempre ha habido mujeres líderes, pero permanecían en la sombra o su trabajo no era mencionado, ahora, con la igualdad de géneros, esta mujer es cada vez más común de encontrar, al grado que desbancan a algunos machos alfas en el área laboral y doméstica. Si no, fíjate, las mujeres de hoy, que son madres solteras, no necesitan un varón para que provea por ella y sus hijos y no lamentan la pérdida del hombre ausente.


Otro aspecto importante de estas hembras y que psicólogos y gurús de las relaciones recomiendan a las betas imitar es que, una hembra alfa:

No siempre está disponible. Si le gusta un chico y la invita a salir en un horario donde ella ya tiene planes, no los cancelará. Agendará una cita para cuando ella tenga tiempo.

Suele tomar la iniciativa. No se andan con rodeos. Les aburre esperar y tienen mejores cosas qué hacer que entrar en el jueguito del estira y afloja. Le hace ver al hombre, desde el principio, que ella marcará las pautas sobre cómo debe ser tratada.


·  Disfruta su sexualidad. No suele sentirse atraída por el común de los ejemplares masculinos y peor cuando caen en el básico protocolo de conquistas. Los “regalitos” no les llaman la atención. Recuerda que ella puede darse esos regalitos cuando quiera.


·  Es segura de sí misma. Los celos no ocupan su mente y en caso de que le gane la emoción, saben cómo liberarse del drama.

   Autocontrol. No persigue o acosa a su chico. Sabe quién es ella y si él no la valora, ya habrá alguien que sí.


·   Le gusta arreglarse y ser admirada por su buen gusto, aunque no es sensible a criticas.


·   Ama su espacio y al igual que su colega, el macho alfa, protege su territorio.


·   Sabe cuándo ser emotiva y cuándo no.


Estas características hablan de una mujer que está al tanto de sus emociones y no teme decir “no”. Sabe que su lugar en la vida es elegir y no ser elegida.

Las betas, por el contrario, son dependientes mental y económicamente de un hombre. Por su inseguridad, creen que tienen que soportarlo todo para que él se quede a su lado. Incluso ser madre sin desearlo.

Es cierto que sentirse querida es un tema que a todas interesa y caemos en esa parte tormentosa llamada “complacencia”, que, aunque no nos guste admitir, como beta se disfruta del rol de víctima.

Muchas mujeres alfas pensaron que eran betas, hasta que las circunstancias las obligaron a salir adelante. El secreto, tomar las riendas de tu vida. Nadie merece depender de nadie.


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miércoles, 16 de octubre de 2013

No te apenes ¡Mastúrbate!


Por: Flor Khaleesi

Muchos son los mitos que existen acerca de la masturbación. Seguramente alguna vez habrás escuchado que si lo haces te salen pelos en la mano, adelgazas y hasta te quedas ciego. Si esto fuera verdad, todos seríamos esbeltos, estaríamos en un mundo de invidentes, con trenzas y crepé en las manos.

Más que temerle, tenemos mucho que agradecerle a la masturbación, para empezar, le brindas placer y amor a la persona que más amas: tú.

Hacerse la manuela trae muchos beneficios a la salud física y mental, además de que no cometes acto de infidelidad en caso de contar con una pareja.

La masturbación es un acto natural del ser humano y otras especies animales. Su esencia principal consiste en tocarse a sí mismo, desde los órganos genitales hasta otras zonas erógenas como los pezones a fin de obtener placer del tipo sexual.

Esta deleitante costumbre es tan común, que estudios científicos indican que 7 de cada 10 hombres adultos y 5 de cada 10 mujeres adultas la practican con regularidad, aunque no lo acepten.

Masturbarte te ayudará a prevenir la aparición de cáncer, incrementar la potencia sexual, te dará mayor control sobre tus reflejos eyaculativos (obvio en el caso de los hombres), ayuda a fortalecer el sistema inmune y evidentemente mejorará tu estado de ánimo.

Recuerda, aceptar el goce de tocarse a sí mismo es indispensable para poder disfrutar de nuestra sexualidad y como tip, si quieres hacer gozar a tu pareja, primero tienes que empezar por gozarte a ti mismo. 


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miércoles, 9 de octubre de 2013

¿Cuántas Evas tenía Adán?

 
Por: Violeta Ese

Todos hemos sido testigos de una infidelidad y, en ocasiones, nosotros mismos hemos sido partícipes del “cuerno”. Aunque lo socialmente propio sería mantener una sola pareja por el resto de nuestras vidas, siempre habrá personas que nos harán cambiar de opinión de tan sólo verlas.  

La monogamia ha estado presente desde tiempos ancestrales. Investigaciones sugieren que esta exclusividad sexual-afectiva se originó a partir de la agricultura. El ser humano, al volverse sedentario, tuvo la necesidad de heredar los bienes materiales adquiridos, por lo que la monogamia garantizaba la descendencia del poseedor de dichos bienes.

Tan sólo el 3% de los animales son monógamos, porcentaje en el cual figuran los loros, los pingüinos, cisnes y las águilas, ¿no te parece curioso que son sólo aves? El ser humano, cuya definición científica es Homo sapiens (hombre sabio) y pertenece a la clase mamífera, no forma parte de esta lista de seres cuya naturaleza indica que deben de cohabitar toda su vida con una sola pareja, sin embargo, es una práctica que exigen las pautas morales de la sociedad occidental e incluso existen castigos sociales para aquellos aventureros que quisieron explorar otros territorios.

No por nada Sigmund Freud alguna vez dijo; “todos somos polígamos reprimidos”, y es que no hay evidencia biológica que indique que el ser humano sea monógamo por naturaleza, al contrario, investigaciones realizadas por Justin R. García, Universidad de Binghamton, indican que las “aventuras amorosas” tienen su origen en el gen DRD4 y su vinculación con la dopamina, la cual genera una sensación de placer y recompensa al compartir nuestro cuerpo con diferentes parejas.  

Aunque nuestra naturaleza nos arrastra hacia el intercambio de fluidos con múltiples parejas, siempre habrá una sociedad que lo repruebe. Una buena regla de oro será que nuestra conquista esté consciente de nuestro “corazón de condominio” y que cualquier relación sexual, ya sea en modalidad casual o amigos con derechos, debe de haber el respeto y el consentimiento de ambas partes.  

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miércoles, 2 de octubre de 2013

El poder visual de las nalgas

 

Por: Acuaria Fischer

Trasero, culo, glúteos, pompis, asentaderas, grupa, cachas, ancas, cola, rabo y poto son algunos de los motes que reciben los hemisferios redondeados que se sitúan justo en la parte más baja de la espalda.
Las nalgas son exclusivamente humanas e irónicamente no reciben un trato especial. Ningún otro animal puede jactarse de tener un par de formaciones carnosas de tejido que les permitan andar en dos patas de forma permanente. Pese a la gran importancia evolutiva que desempeñan nuestras “pompis”, las pobres no tienen un trato especial, al contrario; o se hacen chistes respecto a su apariencia y por la cercanía que tiene con el ano o se les concede toda una oda por su representación de lo erótico.
Los griegos tenían a las nalgas en un altar, pues era la parte del cuerpo humano que más hermosa les parecía. Para muestra, una estatua, Afrodita o Venus de Calipigia, que significa “La de bellas nalgas”, es la representación anatómicamente perfecta de una fémina que, parcialmente cubierta, levanta su túnica para descubrir sus caderas y pomposas “ancas”.
En la actualidad, las mujeres muestran un exuberante trasero entallado en un vestido que denota su curvilínea figura o en un diminuto traje de baño que deja poco a la imaginación. Pero existe una contraparte que se torna ofensiva y vulgar, que es la de bajarse el pantalón, inclinarse y mostrar el trasero mientras se menea. Este gesto se lleva a cabo para hacer burla o desapruebo de una persona o evento y para decir, no con palabras “Bésame el trasero”, este término surge en la edad media, cuando se creía que las brujas, adoradoras del diablo, le besaban su segunda boca, que justo se situaba en donde debería ir la “cola”.
Las leyendas populares de la época medieval europea decían que el diablo, lo que más envidiaba del ser humano eran sus lindas “nachas”, y es que él no las tenía, por ello, mostrar las nalgas se convirtió en una forma de alejar el mal, no era de extrañar que en aquella época una monjita de pronto se levantara el hábito en plena vía pública y mostrara su “grupa” para alejar a un demonio que percibiera cerca.
En cuanto al tema de la seducción, las nalgas son protagonistas, sobre todo las nalgas femeninas; su tamaño, redondez y firmeza hace que los hombres lo asocien con fertilidad y disposición sexual. Si observamos con detenimiento, encontraremos el por qué; con relación al tamaño del cuerpo, las “pompas” de la mujer son más grandes que las del hombre, y no se debe a que sea porque tienen más músculos, sino porque poseen mayor tejido graso, también entendido como grasa adicional que, anatomistas divulgan, es un almacén de comida de emergencia.
Unas nalgas grandes y redondas llamarán siempre la atención, a veces no por la estética que está orientada a la delgadez y estreches de la figura, sino porque será la señal que un caballero interpretará como ideal para sembrar su semilla y así su progenie sobreviva el paso del tiempo.
Si bien la mujer no tiene el control sobre su mucho o poco trasero, existen trucos que llevarán al hombre a pedirle su teléfono y la invite a salir: unos tacones serán suficientes para que su bootylicious se respingue, además, por el tipo de calzado, contoneará de manera obligada más la cadera, movimiento irresistible para todos los machos humanos.
Las nalgas son una manifestación visual de nuestra evolución como especie humana, agradécelo, la próxima vez que tengas la oportunidad de tener unas asentaderas a tus disposición, no las pellizques ni las golpees, acarícialas, a ellas también les gusta sentir bonito. 

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miércoles, 25 de septiembre de 2013

¿Te pica la colita?




Por: Romina Fusset

Aceptémoslo, todos tenemos parásitos intestinales. Existe vida reproduciéndose y alimentándose dentro de nosotros. La buena noticia es que hasta cierto punto es natural, siempre y cuando se mantenga un control sobre estos animalitos microscópicos unicelulares que se hospedan en nuestro organismo.

Tener lombrices y amibas en nuestro sistema digestivo ya es algo desagradable, pero más desagradable y preocupante es lo que terminan haciendo en nuestro cuerpo. Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que cada persona, preferentemente el núcleo familiar completo, se desparasite como mínimo dos veces al año y al mismo tiempo.

En México, 7 de cada 10 personas alojan parásitos intestinales, siendo la segunda enfermedad transmisible más frecuente.

Existen dos tipos de parásitos intestinales que los seres humanos podemos hospedar: amibas o protozoarios y lombrices o helmintos. De estos, la entamoeba histolytica (amebiasis), giardia lamblia (gardiasis), hymenolepis nana, ascaris lumbricoides (ascariasis), trichuris trichiura y tenia solium (solitaria) son las más comunes en nuestro país.

Hay algunos síntomas que pueden indicar que estás alojando alguna de estas formas de vida. ¡Aguas, pueden ser confundidos con facilidad con otros síndromes o padecimientos!:

-       Mal aliento
-       Acidez estomacal confundido con gastritis
-       Constipación alternada con diarreas repentinas
-       Moco o sangre en las heces
-       Falta de apetito
-       Nauseas
-       Vómito
-       Gases y/o hinchazón
-       Sensación de cansancio
-       Dolor y distensión abdominal
-       Picazón anal y en la nariz
-       Picazón en la entrepierna (generalmente en la noche)
-       Alteraciones de la piel
-       Pérdida de peso
-       Rechinido de los dientes durante las horas de sueño, confundido con bruxismo
-       Palidez en la piel
-       Alteraciones broncopulmonares

No desparasitarse constantemente puede tener consecuencias en el desarrollo de los niños y adolescentes (crecer menos), tener bajo peso, dificultad para aprender y concentrarse, así como ausencia de ánimo para jugar. En los adultos es evidente la disminución de rendimiento laboral. En casos extremos se puede desarrollar anemia, colitis ulcerosa, úlcera péptica, hipoglucemia, diabetes, ansiedad, depresión, alergias alimentarias, artritis, desórdenes alimenticios e inclusive la muerte.

Los parásitos intestinales son enemigos que se ocultan durante mucho tiempo, hasta que se vuelven letales. Se pueden transmitir por diversos factores con mucha facilidad. Están en todas partes, inclusive en el aire que respiramos y muchas veces provienen de heces fecales en el agua y alimentos que consumimos.

Un factor de riesgo importante son los puestos de comida ambulantes, pues al estar expuestos al medio ambiente (entre ellos partículas de los desechos de perros y el polvo que levantan los autos) con facilidad alojan a estos parásitos. Si a esto le sumamos una higiene cuestionable de quien prepara los alimentos como no lavarse las manos después de ir al baño y antes de prepararlos, así como manejar dinero sin la protección de una bolsa o guante.

Es recomendable tener medidas higiénicas como desinfectar frutas y verduras, lavarse las manos constantemente, cepillar las uñas y evitar morderlas, beber agua hervida o desinfectada, evitar alimentos callejeros, evitar comer carne mal cocida (especialmente cerdo), desparasitar a las mascotas, lavar ropa interior, colchas y sábanas con agua caliente y utilizar algún tipo de protección al realizar prácticas sexuales oral-anales.

El consumo de ajo, anís, ajenjo, menta rizada, nueces de nogal negro, entre otros, ayuda a mantener y fortalecer los sistemas del cuerpo, disminuyendo la proliferación de parásitos.

De ahora en adelante, cuando veas que la señora de las quesadillas toma el dinero con la mano que cocina, piénsalo dos veces antes de comer lo que tan cariñosamente te preparó.


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miércoles, 18 de septiembre de 2013

¿Tienes personalidad andrógina?

 
Por: Violeta Ese

Nunca falta la persona que nos hace preguntarnos seriamente si es hombre o mujer. Dependiendo de la cercanía y cuando el nombre no es de mucha referencia, tratamos de encontrar rasgos que nos puedan ayudar a identificar su género. Su aspecto es singular, ya que es la mezcla de lo que conocemos como una apariencia masculina y femenina; para algunos, ver ambos géneros en un solo cuerpo puede llevar a una confusión en la cual el observador desconoce la manera en la que debe de interactuar con ese ser ambiguo.
Se le denomina “andrógino” a la persona cuyos rasgos externos no corresponden definidamente al género masculino o al femenino. Esta cualidad no siempre está relacionada con el hermafroditismo, dicho de la condición biológica en la cual la persona tiene tejido ovárico y testicular.    
Una persona andrógina caminando en la calle puede llegar a atraer un par de miradas desconcertadas. Sin embargo, su recurrencia en el mundo del cine, la música y la moda nos parece normal y hasta marca “tendencia”. Ejemplos famosos de androginia sobran, tal es el caso de Brian Molko, líder de la banda de rock Placebo, cuya apariencia andrógina dio un plus característico al grupo. Bill Kaulitz, del grupo pop-rock Tokio Hotel, podría confundir a cualquiera ya que su aspecto andrógino le permite estar a un par de accesorios de ser un joven rockero a una hermosa chica. Los pómulos marcados y los grandes ojos verdes de Tilda Swinton son clave para su apariencia ambigua, la cual le ha valido papeles como el del arcángel Gabriel en Constantine (2005). Un ejemplo más, en 2011, Andréj Pejic, modelo masculino de origen bosnio, obtuvo el lugar 98 del listado de las 100 mujeres más sexis según la revista para caballeros FHM. Su androginia le ha permitido modelar para ropa masculina y femenina, e incluso llegó hasta las pasarelas de Jean Paul Gaultier portando un traje de novia. Hoy en día, los accesorios, la ropa y el maquillaje son elementos que pueden hacer que cualquiera cambie radicalmente su aspecto. Sin embargo, una persona auténticamente andrógina no tendrá la necesidad de acudir a tantos artilugios para mantenerse en ese punto medio tan deseado por muchos en el mundo de la moda. 
La androginia se divide en visual y psicológica; una persona con aspecto andrógino no forzosamente será psicológicamente andrógino y viceversa. Ejemplos claros de la androginia visual son los descritos anteriormente. Por otro lado, Sandra L. Bem, Universidad de Cornell, en la década de los 70 acuñó el concepto de “androginia psicológica”, la cual es descrita como la adaptabilidad o flexibilidad comportamental que surge con la integración de atributos definidos culturalmente como masculinos y femeninos.
Su investigación consistió en la elaboración de un instrumento de medición llamado Inventario de Rol Sexual de Bem, el cual clasifica a los individuos como masculinos, femeninos, andróginos e indiferenciados. El inventario consiste en una serie de ítems que pueden ser característicos masculinos (eructar), femeninos (llorar) y neutros (leer); cada ítem recibe una calificación (1 al 7) según el grado de confort que ocasiona el ítem en el individuo. Al final, el promedio de las calificaciones de los ítems son los que determinan el grado de masculinidad o femineidad de una persona y pueden clasificarse de la siguiente manera:
·      Femenino: Promedio femenino alto, promedio masculino bajo.
·      Masculino: Promedio masculino alto, promedio femenino bajo.
·      Andrógino: Promedio femenino alto, promedio masculino alto.
·      Indiferenciado: Promedio femenino bajo, promedio masculino bajo.
En sus investigaciones, Bem explica: “Los individuos con una tipificación sexual muy marcada (femenino o masculino) se encuentran limitados en cuanto al rango de comportamientos que se permiten llevar a cabo… esta restricción comportamental se realiza mediante la represión de cualquier comportamiento que pueda ser considerado como no deseable o inapropiado para su sexo… por otro lado, la persona andrógina es el prototipo de salud mental, ya que no se restringe sólo a los comportamientos asociados a sus sexo ”.
Aunque el Inventario de Rol Sexual de Bem fue elaborado a finales de los años 70 y evidentemente ha habido cambios significativos en cuanto a los roles tradicionales, éste sigue vigente y es empleado por los especialistas de salud mental alrededor del mundo, aunque adaptándose a la realidad social de cada país en donde es empleado.
Desde que surgió el concepto “androginia psicológica”, éste fue ligado a la idea de bienestar mental, esto no significa que tener una personalidad femenina, masculina, o indiferenciada sea malo, al contrario, es tan solo una parte de todas las características que poseemos y que nos hacen únicos. Mientras tanto, la androginia psicológica nos enseña que es posible tomar lo mejor de ambos géneros. Muy bien lo dijo Abraham Lincoln “Todos los hombres nacen iguales, pero es la última vez que lo son”.  
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