miércoles, 20 de noviembre de 2013

¿Eres Alcohólico?

 
Por: Romina Fusset

Es muy divertido subir fotos a Facebook para presumir a nuestros amigos  los tarros de cerveza, vodka, tequila y la gran variedad de bebidas que nos colorearon las mejillas y nos pusieron bien alegres esa noche de viernes.

Tampoco falta la anécdota que orgullosamente contamos de la gran súper “peda” donde el alcohol hizo de las suyas y terminamos bailando sobre la mesa o contamos alegremente sobre aquel amigo de quien todo el mundo se mofó por haberse quedado dormido y terminó con una gran cantidad de fotos burlescas.

Hay quienes dicen que no hay fiesta ni diversión sin alcohol y, a pesar de que esta droga legal es aceptada socialmente y se “toma a la ligera”, es la causa de 2.5 millones de muertes cada año, según datos expuestos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Aunque “alcohólico” parece ser un término muy de moda que al parecer te hace encajar en diversos círculos sociales debido a la vida de placer que denota, en muchas ocasiones no es más que pura pose. Sin embargo, no hay que descartar la posibilidad de que ya estés presentando síntomas del verdadero alcoholismo y aún no hayas caído en cuenta, basta con sentir la angustiante ausencia del whiskey en las rocas en la mano para que te des cuenta del embrollo en el que te has metido.

No todos bebemos igual, sin embargo, es posible categorizar los tipos de bebedores más comunes, ¿con cuál te identificas?:

Bebedor social: Beben únicamente en reuniones o en ocasiones sociales y no se les acaba la fiesta si no hay más alcohol. Únicamente lo hacen para darse un gustito, sentirse alegres y, ¿por qué no? también para encajar un poquito más, pero deben de tener cuidado de no abusar porque pueden perder fácilmente el control.

Bebedor fuerte: Es el bebedor mañoso e inteligente. No presenta complicaciones sociales, familiares o laborales porque raramente se embriaga en situaciones o lugares inadecuados. A pesar de esto, le gusta mucho beber, es parte importante de su vida, es uno de sus grandes placeres y toma una cantidad considerable varias veces a la semana. Cualquier ocasión es perfecta para tomar, desde un bautizo hasta el rompimiento con su pareja. Para él, no hay fiesta ni diversión sin bebida. Siempre ofrecerá y aceptará tragos y generalmente se le admira por su gran capacidad de control.

Ebrios ocasionales: Su cuerpo no le exige el alcohol, sin embargo, es algo que le gusta hacer. Su objetivo con la bebida es divertirse y perder el control, vivir esa aventura. Generalmente, llega a las fiestas con algunas copitas de más y siempre tendrá una excelente disposición para ir por más “chupe”. Terminar totalmente ebrio es un gran triunfo para él, aún sin saber si estando borracho se convierte en un chiste o en un verdadero problema para los demás. Deben de prestar especial atención, porque están a un paso de graduarse en alcoholismo.

Bebedor alcohólico: Es aquél que necesita una copa de alcohol casi hasta para respirar. Su cuerpo está tan acostumbrado a su consumo que se lo exige y, de no tomar su dosis, presentará síntomas de abstinencia. No puede decir “ya no más” y suele llegar al trabajo, el cumpleaños de su hija, el dentista y casi en cualquier ocasión con un fuerte olor a bebida. No le importa qué tomar, sólo necesita  hacerlo. Su cuerpo y su mente presentan un deterioro importante y la parte emocional está muy disminuida. Sabe que está en un grave problema, pero no puede resolverlo.

Siempre va a existir el primo de un amigo que ha perdido su trabajo, familia y círculos sociales por el alcohol. El ansia por beber, el no poder ponernos límites, síntoma como náuseas, sudoración o temblores por no tener una copa a la mano y el tener que beber cada vez más para sentirnos satisfechos son fuertes signos de alerta.

Realiza el test de autoevaluación para conocer cuál es tu situación en la página de Oceánica en el siguiente link: http://oceanica.com.mx/auto_alcohol.html

El alcohol no es un juego y puedes dañar a más gente de la que te imaginas.

Nota: Las presentes imágenes se obtuvieron de la red. Si el autor de algunas de éstas fotografías está en desacuerdo con el uso que provee en el blog, favor de anunciar su petición para ser removidas de inmediato. Enviar solicitud a melissa.limon@interpress.com.mx

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Es sexo casual, no intimidad

Los amantes (1928). René Magritte
Por: Violeta Ese

Todos, absolutamente todos, tendremos, en algún momento de nuestras vidas, la oportunidad de darle gusto al cuerpo dejando a un lado el compromiso que tal acto conlleva, según lo indican las convenciones sociales. Sin embargo, aunque parezca más fácil que preparar enchiladas, disfrutar de nuestra sexualidad por medio de una relación esporádica implica mucho más que poner en comunión lo que tenemos entre las piernas.

Para este tipo de menesteres, es necesario tener madurez, amor propio, seguridad y, lo más importante, conocer las reglas del juego. Siempre tengamos en mente que “tener sexo es vaciar el cuerpo, hacer el amor es llenar el alma” y muchas veces lo que se necesita es aplicar fuerza centrífuga al cuerpo.

La biblioteca, el bar, la fiesta y hasta el funeral son fuentes de acompañantes ocasionales. Sin embargo, pueden ser armas de doble filo, ya que después de un buen rato sin actividad carnal, vemos candidatos por todos lados, e incluso aquella eterna amiga que tenías más que estancada en la friend zone se vuelve apetitosa. Para las casualidades, la cuestión no es aplicar el “con que tenga brocha para pintar” o “con que tenga hoyo aunque sea de pollo”, a menos de que el objetivo sea bajar una dolorosa calentura que llevas acumulada desde hace mucho tiempo.

El eje central del sexo ocasional es probar las mieles que te ofrecen diferentes panales. ¿Acaso no les ha sucedido que ven a una persona e inmediatamente les hierve la sangre? Esa, justo esa persona es la idónea para un encuentro casual, no la primera que se deje manosear; hasta en esto hay que ser selectivos y definitivamente nos debe de gustar lo que vemos ya que el objetivo es el placer y el deleite.

Un vez localizada la presa, el paso que sigue es lanzar la propuesta indecorosa, la cual se aborda según como veamos a golpe de ojo la personalidad de la otra parte. El éxito de esta “bomba nuclear” depende de la pericia de quien la propone y, en este caso, no hay mejor consejo que “la práctica hace al maestro” y matar el miedo al “no”.

Una vez en la habitación, las reglas son simples: cuídate, no te enrolles, no te comprometas, diviértete. Una de las ventajas del sexo casual es la posibilidad de desinhibirte y pedir lo que quieras –aunque no siempre lo recibas- sin tener que verle la cara a la otra persona al siguiente día; es decir, si nunca te atreviste a pedirle a tu novio “la lluvia dorada”, ahora que estás soltera y deseosa seguro se te quitará la pena para pedírselo a Pepe, a quien conociste en el funeral del amigo del primo del cuñado de la madrina de la compañera de trabajo de tu hermana. Por otro lado, si el prospecto no supo “menear el asunto” o “se quedó tiesa cual tabla”, simplemente no lo vuelves a ver y ya.

Aunque el deseo a veces es más fuerte que la razón, hay que tomar en cuenta que siempre es mejor escabullirse en un punto intermedio; que el condón se quita hasta que el “muchacho” ya no pueda más; que primero eres tú, después tú, al final tú y si queda espacio, sigues tú; y lo más importante, que no habrá llamadas telefónicas al día siguiente ni solicitudes de Facebook, es más, ni intercambio de números celulares, BBPINs, iMessage o derivados. Dicen que el amor lo puede todo y, en efecto, puede matar la sana diversión de una noche de soltería.

Pasada la noche de éxtasis, sólo el tiempo dirá lo que pasará con esos dos cuerpos que decidieron converger. Lo ideal es que el cuento termine como dos personas maduras que se dejaron llevar por el instinto y el deseo carnal: puede que les guste y no se repita, puede que les encante y no se repita: eso es tener sexo casual.

Nota: Las presentes imágenes se obtuvieron de la red. Si el autor de algunas de éstas fotografías está en desacuerdo con el uso que provee en el blog, favor de anunciar su petición para ser removidas de inmediato. Enviar solicitud a melissa.limon@interpress.com.mx