miércoles, 4 de diciembre de 2013

El contradictorio mundo femenino

 
José Manuel Peñalver. Obsesión.

Por: Acuaria Fischer

El mundo interior femenino es un universo caótico lleno de altibajos emocionales y cambios físicos constantes. Ser mujer exige mucho autocontrol para mantenerse “estable” y pasar como “normal” en el mundo exterior.
Todas las mujeres vivimos regidas por un ciclo que obedece a un sistema hormonal que nos hace cambiar cada semana. No es casualidad que en un mes tengas cuatro personalidades y aún así tengas que mantener íntegra la personalidad dominante que te define.
Sin importar lo que quieras hacer de tu vida, la naturaleza no se olvida de que eres chica, por tanto, te hará un recordatorio constante y en particular cada mes de que tu cuerpo, tu hermoso cuerpo, puede gestar bebés. Por ello los cambios de humores, los dolores físicos, el cambio de actitud y ese sentimiento maternal que, aunque digas que no quieres tener hijos, no puedes escapar de sentir ternura. No sólo te enternecerás con los niños pequeños, fíjate cómo cuidas a tu mascota. Cualquier cachorrito te derrite al grado de decir en voz alta ¡Mi vida, está lindísimo, lo amo! La maternidad está incrustada en tu genética. Una prueba más es la forma en que tratas a tu hombre, te apuesto que su apodo cariñoso está en diminutivo: pollito, cosita, chaparrito, gordito.
Esa es la parte “tierna”, ¿qué sucede con el lado oscuro de esa chica “estable” y “ordenada” que hace una lista para cubrir todos sus pendientes del día?

Semana 1. La de la mala suerte
Te levantas un día y descubres que el despertador no sonó y ya vas atrasada al trabajo. Tu cabello, que ayer te hizo quedar muy bien, hoy es un desastre en sí mismo. Está graso y tiene su propia personalidad y se ha declarado tu enemigo. Eres torpe, todo se te cae de las manos y no puede faltar que la taza de café se te resbale y ensucie la única blusa blanca que te quedaba limpia. Un dolorcito en la parte baja de la espalda empieza a ser constante, le seguirá un agudo dolor de cabeza y la sensación de que el mundo está en tu contra. Y eso que todavía no llegas al trabajo. Te sientes menos atractiva y, ¿qué crees? Lo eres, ante los varones segregas un olor que dice que en este momento no eres fértil. Triste, pero cierto.

Semana 2. La que sangra y no se muere
Lo primero que haces al sonar el despertador es meterte a la ducha y asearte. Tienes que escoger con mayor cuidado tu ropa debido a que estás un poco inflamada, quizá con algo de acné y tus senos algo sensibles al encaje. Tu temperatura corporal sube y probablemente comas cosas dulces o saladas sin detenerte. ¡Cuidado! Tu carácter se encuentra en la cuerda floja y pobre de aquél que te diga que tu humor alterado se debe a que andas en tus días, porque no llegará vivo a su cubículo y tú estallarás en llanto sin causa aparente, aunque dentro de ti todo tenga sentido.

Semana 3. La espiritual
La paz. No más tampones ni dolorcitos picantes en el abdomen. Llega una resignación agradable. Disfrutas de tu cuerpo, de la sensación de bienestar y al momento de ir al armario te vistes algo recatada, con colores claros y maquillaje natural. No te interesa el sexo y te molesta el tema. Ves a tus compañeras, las que traen escote, como unas cualquieras ofrecidas. Estás en contacto con tu maravilloso mundo de paz y armonía asexuada. Te das cuenta de que el mundo es superficial y vano. Las revistas venden sexo, belleza y exigen mucho a las mujeres para verse fantásticas, pero tú estás fuera de todo mal. Esta fase no durará mucho, sigue la ovulación.

Semana 4. Sexy cazadora
Esta nena está lista para cazar. Maquillaje cargado, ropa entallada, buen humor y todos los hombres te parecen atractivos. Tienes energía para un maratón y no te cansas de ver lo guapa que te ves frente al espejo. ¡Sexo, sexo sexo! Pongas lo que te pongas lucirás radiante y tu pegue estará al máximo, es momento de poner celoso a tu chico. Pero cuidado, esta semanita es tramposa, la naturaleza te dota de las hormonas necesarias para segregar sex appeal por donde tus tacones pasen, ¿sabes por qué? ¡Porque quiere que seas madre!

Ahí está, cuatro personalidades en un mes. Nuestro mundo femenino, como puedes ver, es algo caótico, pero ahí radica su maravilla. Vivimos en dos tiempos, el calendario del mundo y tu propio calendario. Puedes ser lo que tú quieras, siempre en movimiento, siempre cambiante y desafiante. Comprende tu ciclo menstrual y anota cada sensación que tengas, aprenderás mucho de ti misma. Úsalo a tu favor, detecta bien tus facetas y juega con ellas, te aseguro que a tu chico le encantará y a ti también.

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