miércoles, 25 de septiembre de 2013

¿Te pica la colita?




Por: Romina Fusset

Aceptémoslo, todos tenemos parásitos intestinales. Existe vida reproduciéndose y alimentándose dentro de nosotros. La buena noticia es que hasta cierto punto es natural, siempre y cuando se mantenga un control sobre estos animalitos microscópicos unicelulares que se hospedan en nuestro organismo.

Tener lombrices y amibas en nuestro sistema digestivo ya es algo desagradable, pero más desagradable y preocupante es lo que terminan haciendo en nuestro cuerpo. Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que cada persona, preferentemente el núcleo familiar completo, se desparasite como mínimo dos veces al año y al mismo tiempo.

En México, 7 de cada 10 personas alojan parásitos intestinales, siendo la segunda enfermedad transmisible más frecuente.

Existen dos tipos de parásitos intestinales que los seres humanos podemos hospedar: amibas o protozoarios y lombrices o helmintos. De estos, la entamoeba histolytica (amebiasis), giardia lamblia (gardiasis), hymenolepis nana, ascaris lumbricoides (ascariasis), trichuris trichiura y tenia solium (solitaria) son las más comunes en nuestro país.

Hay algunos síntomas que pueden indicar que estás alojando alguna de estas formas de vida. ¡Aguas, pueden ser confundidos con facilidad con otros síndromes o padecimientos!:

-       Mal aliento
-       Acidez estomacal confundido con gastritis
-       Constipación alternada con diarreas repentinas
-       Moco o sangre en las heces
-       Falta de apetito
-       Nauseas
-       Vómito
-       Gases y/o hinchazón
-       Sensación de cansancio
-       Dolor y distensión abdominal
-       Picazón anal y en la nariz
-       Picazón en la entrepierna (generalmente en la noche)
-       Alteraciones de la piel
-       Pérdida de peso
-       Rechinido de los dientes durante las horas de sueño, confundido con bruxismo
-       Palidez en la piel
-       Alteraciones broncopulmonares

No desparasitarse constantemente puede tener consecuencias en el desarrollo de los niños y adolescentes (crecer menos), tener bajo peso, dificultad para aprender y concentrarse, así como ausencia de ánimo para jugar. En los adultos es evidente la disminución de rendimiento laboral. En casos extremos se puede desarrollar anemia, colitis ulcerosa, úlcera péptica, hipoglucemia, diabetes, ansiedad, depresión, alergias alimentarias, artritis, desórdenes alimenticios e inclusive la muerte.

Los parásitos intestinales son enemigos que se ocultan durante mucho tiempo, hasta que se vuelven letales. Se pueden transmitir por diversos factores con mucha facilidad. Están en todas partes, inclusive en el aire que respiramos y muchas veces provienen de heces fecales en el agua y alimentos que consumimos.

Un factor de riesgo importante son los puestos de comida ambulantes, pues al estar expuestos al medio ambiente (entre ellos partículas de los desechos de perros y el polvo que levantan los autos) con facilidad alojan a estos parásitos. Si a esto le sumamos una higiene cuestionable de quien prepara los alimentos como no lavarse las manos después de ir al baño y antes de prepararlos, así como manejar dinero sin la protección de una bolsa o guante.

Es recomendable tener medidas higiénicas como desinfectar frutas y verduras, lavarse las manos constantemente, cepillar las uñas y evitar morderlas, beber agua hervida o desinfectada, evitar alimentos callejeros, evitar comer carne mal cocida (especialmente cerdo), desparasitar a las mascotas, lavar ropa interior, colchas y sábanas con agua caliente y utilizar algún tipo de protección al realizar prácticas sexuales oral-anales.

El consumo de ajo, anís, ajenjo, menta rizada, nueces de nogal negro, entre otros, ayuda a mantener y fortalecer los sistemas del cuerpo, disminuyendo la proliferación de parásitos.

De ahora en adelante, cuando veas que la señora de las quesadillas toma el dinero con la mano que cocina, piénsalo dos veces antes de comer lo que tan cariñosamente te preparó.


Nota: Las presentes imágenes se obtuvieron de la red. Si el autor de algunas de éstas fotografías está en desacuerdo con el uso que provee en el blog, favor de anunciar su petición para ser removidas de inmediato. Enviar solicitud a melissa.limon@interpress.com.mx



miércoles, 18 de septiembre de 2013

¿Tienes personalidad andrógina?

 
Por: Violeta Ese

Nunca falta la persona que nos hace preguntarnos seriamente si es hombre o mujer. Dependiendo de la cercanía y cuando el nombre no es de mucha referencia, tratamos de encontrar rasgos que nos puedan ayudar a identificar su género. Su aspecto es singular, ya que es la mezcla de lo que conocemos como una apariencia masculina y femenina; para algunos, ver ambos géneros en un solo cuerpo puede llevar a una confusión en la cual el observador desconoce la manera en la que debe de interactuar con ese ser ambiguo.
Se le denomina “andrógino” a la persona cuyos rasgos externos no corresponden definidamente al género masculino o al femenino. Esta cualidad no siempre está relacionada con el hermafroditismo, dicho de la condición biológica en la cual la persona tiene tejido ovárico y testicular.    
Una persona andrógina caminando en la calle puede llegar a atraer un par de miradas desconcertadas. Sin embargo, su recurrencia en el mundo del cine, la música y la moda nos parece normal y hasta marca “tendencia”. Ejemplos famosos de androginia sobran, tal es el caso de Brian Molko, líder de la banda de rock Placebo, cuya apariencia andrógina dio un plus característico al grupo. Bill Kaulitz, del grupo pop-rock Tokio Hotel, podría confundir a cualquiera ya que su aspecto andrógino le permite estar a un par de accesorios de ser un joven rockero a una hermosa chica. Los pómulos marcados y los grandes ojos verdes de Tilda Swinton son clave para su apariencia ambigua, la cual le ha valido papeles como el del arcángel Gabriel en Constantine (2005). Un ejemplo más, en 2011, Andréj Pejic, modelo masculino de origen bosnio, obtuvo el lugar 98 del listado de las 100 mujeres más sexis según la revista para caballeros FHM. Su androginia le ha permitido modelar para ropa masculina y femenina, e incluso llegó hasta las pasarelas de Jean Paul Gaultier portando un traje de novia. Hoy en día, los accesorios, la ropa y el maquillaje son elementos que pueden hacer que cualquiera cambie radicalmente su aspecto. Sin embargo, una persona auténticamente andrógina no tendrá la necesidad de acudir a tantos artilugios para mantenerse en ese punto medio tan deseado por muchos en el mundo de la moda. 
La androginia se divide en visual y psicológica; una persona con aspecto andrógino no forzosamente será psicológicamente andrógino y viceversa. Ejemplos claros de la androginia visual son los descritos anteriormente. Por otro lado, Sandra L. Bem, Universidad de Cornell, en la década de los 70 acuñó el concepto de “androginia psicológica”, la cual es descrita como la adaptabilidad o flexibilidad comportamental que surge con la integración de atributos definidos culturalmente como masculinos y femeninos.
Su investigación consistió en la elaboración de un instrumento de medición llamado Inventario de Rol Sexual de Bem, el cual clasifica a los individuos como masculinos, femeninos, andróginos e indiferenciados. El inventario consiste en una serie de ítems que pueden ser característicos masculinos (eructar), femeninos (llorar) y neutros (leer); cada ítem recibe una calificación (1 al 7) según el grado de confort que ocasiona el ítem en el individuo. Al final, el promedio de las calificaciones de los ítems son los que determinan el grado de masculinidad o femineidad de una persona y pueden clasificarse de la siguiente manera:
·      Femenino: Promedio femenino alto, promedio masculino bajo.
·      Masculino: Promedio masculino alto, promedio femenino bajo.
·      Andrógino: Promedio femenino alto, promedio masculino alto.
·      Indiferenciado: Promedio femenino bajo, promedio masculino bajo.
En sus investigaciones, Bem explica: “Los individuos con una tipificación sexual muy marcada (femenino o masculino) se encuentran limitados en cuanto al rango de comportamientos que se permiten llevar a cabo… esta restricción comportamental se realiza mediante la represión de cualquier comportamiento que pueda ser considerado como no deseable o inapropiado para su sexo… por otro lado, la persona andrógina es el prototipo de salud mental, ya que no se restringe sólo a los comportamientos asociados a sus sexo ”.
Aunque el Inventario de Rol Sexual de Bem fue elaborado a finales de los años 70 y evidentemente ha habido cambios significativos en cuanto a los roles tradicionales, éste sigue vigente y es empleado por los especialistas de salud mental alrededor del mundo, aunque adaptándose a la realidad social de cada país en donde es empleado.
Desde que surgió el concepto “androginia psicológica”, éste fue ligado a la idea de bienestar mental, esto no significa que tener una personalidad femenina, masculina, o indiferenciada sea malo, al contrario, es tan solo una parte de todas las características que poseemos y que nos hacen únicos. Mientras tanto, la androginia psicológica nos enseña que es posible tomar lo mejor de ambos géneros. Muy bien lo dijo Abraham Lincoln “Todos los hombres nacen iguales, pero es la última vez que lo son”.  
Nota: Las presentes imágenes se obtuvieron de la red. Si el autor de algunas de éstas fotografías está en desacuerdo con el uso que provee en el blog, favor de anunciar su petición para ser removidas de inmediato. Enviar solicitud a melissa.limon@interpress.com.mx